noviembre 01, 2010

Encrucijada



Es verano aún y es por eso que te pregunto: ¿qué camino eliges?
Podrías salir corriendo, huir de ti…
… aunque sabes que en el fondo tendrías la esperanza de que te alcance, te vuelva a encontrar.

Yo por mi parte elijo esperarte así justo como te estoy esperando
Aceptando calmadamente tus destiempos en los míos,
Entendiendo por qué me provoca el caminar a tu lado,
Pretendiendo que nada de esto fue en vano.

septiembre 18, 2010

Acuerdos.


Ayer acordé con la del espejo que:
-Nunca más habrá heridas por un hombre.
-Nunca más pelearemos por buscar tener siempre la razón.
-Nunca más vernos para reclamarnos.
-Nunca más brindaremos un amor celoso y compulsivo.
-Nunca más fumaremos un cigarro por soledad.

---Nunca más---

septiembre 12, 2010

Mi ansia por ti.


 Obscuridad total
solo se escucha mi éxtasis al imaginarnos en intimidades...
conquistando recodos, tomando cada curva...
Este silencio lleno de risas ocultas... abismalmente amadas;
ambos nos resistimos a estas palabras encubiertas por miradas que gritan...
manos que tiemblan... labios que ansian, ojos que imploran... lenguas que humedecen.

Una nota.

Si decides irte... sólo deja una nota

nada de galimatías, solo un "Me marcho" es suficiente,
Sólo ten la amabilidad de hacerlo
pues así podré dormir tranquila tras asegurar la puerta
mi ventana... al saber que no regresas.

agosto 30, 2010

Aviso.



Si deseas encontrar paz y serenidad a mi lado, mejor vete.. aléjate.
Te digo honestamente que no quiero provocar en mi un gramo más de madurez,
...no quiero dejar de sentir, ...de vivir, ...de sentirme libre, ... de ser yo.

En fin que quiero decir "Te amo" sin ceremoniosos preámbulos acompañados de tiempos de espera,
que bien pueden convertirse en destiempos.

No, no quiero eso, ni tampoco una relación con trabas donde la falta de entendimiento sea obstáculo... y no pretexto.

En cambio ofrezco acompañar bajo estas tormentas donde lo único seguro por saber es que este amor
también será invento para usar otro cuerpo sin culpas.

Confieso que me gusta pues esa sencillez tuya que no llega nunca a la simpleza.

En fin que me gustaría que fueras tu quien acepte compartir este amor que sabe más bien a libertad.

agosto 28, 2010

Nuestros besos.


A la espera de un nuevo amor,
siento crecer un deseo encarnado
…lo profundo de un sentimiento…
con un cuerpo invisible a las caricias de nadie
con un corazón colmado de ilusiones
con mis manos ávidas de roces
con mi risa llena de vida.

A tu espera estoy… me tienes ya…
ocupas mi espacio aunque no estés,
existes ya en mi.

Estás acompañado y aún me esperas,
me lo dice tu sonrisa al filo de tus ganas.     
La mía no esconde lo evidente.

Cada noche reescribo en este libro de besos…

Paroxismo.

Su figura… me llama sin saberlo, me atrae, me mueve…
Misterio… obscuro… negro.

“Donde hay misterio siempre hay mentira”

Mi cuerpo lo desea, lo pide… lo busca…
Ansioso… trémulo… desnudo.

“Pasión… nunca impavidez”

agosto 26, 2010

Y sin embargo...


El que me atraparas... admito fue por descuido mío,
sin embargo y pese a ello
aún quiero que me desarmes
que me abraces por sorpresa
y que hagas de mi boca un receptáculo de la tuya.

Quiero que desates mis sentidos
sentir del aroma del placer
y dejar que crezca en mis adentros.

Mío.


Serás mio...
Robaré tu cuerpo de donde sea que estés,
romperé tu calma... todo por el disfrute de una aventura.

Tu placer no me place
solo deseo verte inerte.
Inmarcesible... mientras se te escapará la vida,
serás tan sólo la sombra de un sentimiento.

agosto 08, 2010

Confesiones.

¿Sabes?
Estoy nerviosa, estresada
por que hay momentos en lo que quisiera ser otra persona
-(sin dejar de ser la que soy ahora)-

Básicamente por dos cosas...
Una: Él
Dos: Yo

Zoom.

Cada vez me alejo más de ti.
Lo malo es que cuando te apareces es como si aplicara un zoom y se jodió el asunto.

Por ponerte un ejemplo:
¿No será importante reiniciar una conversación alguna vez interrumpida?
Por que a estas alturas yo ya dudo de la interrupción...
¿Alguna vez la hubo?
Igual y si, pero sólo la dejaste en eso, por eso pienso ya que en realidad nunca existió.

Cuento.

Me mirabas de nuevo...
me descubrías de nuevo...
me sentías de nuevo...

Era tuya:
como siempre lo fui,
como aún lo sigo siendo.

Te ofrecía:
Mi tiempo,
mi calor,
mis sueños,
mis latidos -cada uno-,
mis deseos...
y mi fe.

Tuya de nuevo... de principio a fin.

-----FIN----

Aprendiendo.

Aquí voy aprendiendo -¿de nuevo?-
que por más pasos que doy el inicio no se atreve a rebasar al final.

Pareciera pues que el tiempo pasa inadvertidamente rápido cuando para mi es desesperanzadoramente lento.

¿Cómo se supone que tengo que reaccionar?
¿Qué y como tengo que hacer?

El frío, este interminable y doloroso repicar acalambra ya mis pies.

Mi amor.


El amor que yo profeso no es como el amor de esos que se besan en los parques a las tantas horas de la noche,
ni tampoco de esos en los que por ejemplo un convicto se acostumbra a su destino...

Tampoco es uno de esos que seguramente tod@s vivimos alguna vez arrebatado y pasional.



Mi amor... me temo es como esas enfermedades crónicas y degenerativas,

de esas que a las que por más que trates y atiendas, progresa y persiste.



Es como una coma y no el punto final e imperativo.



Entonces... ¿Cómo explicarme que por más que no quiera, no puedo dejar de amar?

¿Que por más que me resista, necesito compartirlo?

Pensar en ti...

Recordando de pronto tu silencio tan obvio y aplastante...

¿Qué por qué te recuerdo?... ni yo misma lo sé pero el que estés varias horas a la semana en mi pensamiento significa que aún te quiero... tal vez en exceso.

Pensar en ti, es estar aquí pero la primer noche donde ahogaba mis gritos llenos de tu nombre...
Pensar en ti, es el dolor de este amor que en mi caso aun lleva tu nombre.

marzo 14, 2010

La casa

Era la primer noche que pasaban en su nueva casa, cuartos amplios, un solar y sobre todo techos altísimos, q daban la impresión de haber contenido uno que otro tapanco. La emoción de cohabitar una casa así con su pareja le hizo pasar por alto aquellos chillidos agudos y lastimosos -"son los gatos, ha de haber una gata en brama"- se decía para aminorar el temor que de vez en vez eso le causaba- cosa curiosa ya que tenían dos gatas y nunca había escuchado maullidos similares. La noche paso sin mayor percance, solo tenían que desempacar y reacomodar algunos muebles luego de rehacer las maletas para él, su trabajo le exigía viajar constante e irremediablemente.

La primer semana corrió tranquila, de vez en vez encontraba algunos portarretratos tirados o boca abajo, pero era normal con dos gatas vigorosamente sanas, disfrutaba arreglar y reacomodar todo hasta que le parecía perfectamente "lindo y ordenado" así que poner en su lugar aquellas fotos no le parecía molesto.

Algunas veces su pareja le reclamaba entre bromas el hecho de encontrar sus fotos boca abajo o su ropa desordenada, pero sabían que ella no era la única de la casa que lo extrañaba y reclamaba toda su atención cuando estaba así que las gatas terminaban teniendo la culpa.

No fue sino hasta tres meses que comenzó a percatarse de ciertos ruidos y sucesos en su nuevo hogar además de ya encontrar enfadosa la travesura de las fotos de su pareja o de ambos tiradas o bien boca abajo. Es más ya ni siquiera lo mencionaban, lo que sí le sorprendió fue el reconocer que cuando el marido salía de casa ya ni siquiera percibía su ausencia, no lo extrañaba ya que le parecía estaba siempre ahí con ella. Y es que siempre lo sentía tan cerca su olor, su presencia, había ocasiones en que juraba él reparaba sin que lo notara aquellos desperfectos del hogar que ella no entendía a bien cómo hacerlo, así que aunque no lo quisiera aceptar cuando no estaba en casa era cuando menos lo extrañaba.

Pasaban los meses y esos maullidos de gatos le parecían cada vez menos tolerables sobre todo porque coincidían con las fechas en que su esposo salía de viaje y las fotos aparecía incluso ya con los cristales rotos -que curioso- pensaba ella-. Algunas veces movida más por el morbo que por el temor a lo que fuese a ver, se asomaba por la gran ventana de su solar y lo que veía le recordaba a una película donde salían cientos de gatos y se volvía a su recámara.

No fue sino hasta el séptimo mes que recordaba sus sueños siempre acompañada de su pareja, sin embargo al verlo de frente no lo reconocía, es decir era él pero no en esencia y es que esos maullidos desaparecieron de un día para otro, ya se había acostumbrado tanto a ellos que la presencia de él le parecía molesta aunque no entendía por qué.

Una noche, así sin más comenzaron a escuchar cómo es que se caían cosas en la sala al tiempo que los maullidos se escuchaban más fuerte que nunca eran insoportablemente violentos, no pudieron ya ignorarlo. Dos días con sus noches sufrieron los ruidos y la presencia de gatos, y ella la presencia de su pareja... y es que inevitablemente extrañaba ese rechinar de la puerta del closet, ese que de principio le pareció hechizo y feo, ese, del que entre sueños veía salir a su amado dirigirse a su cama y pasar con ella unas noches inolvidables. Fueron casi 8 meses en donde invariablemente acomodaba y reacomodaba la ropa de su marido que aparecía en su cama. Esa ropa por cierto ya no tenía ese olor que la enamoraba cuando se la veía puesta de su marido.

Al tercer día, desesperado ya por la situación, decidió que era tiempo de mudarse... ella sin saber a bien por que cogio a una de sus gatas y entro en el clóset para tan sólo volverse una estadística más y un recuerdo para él; y en lo que a mi respecta juro que desde que se mudaron yo nunca dejé de ver cómo es que ellos estaban en casa, ni una sola vez me percaté de la ausencia de él, algunas veces lo notaba encorvado y con dificultad al desplazarse pero solo eso... y más aún juro que esa gata regresa de vez en vez a maullarle a esa casona con otros tantos de gatos y que de vez en vez veo a mi vecina pasar de largo.